Delivery de cócteles
Te contamos cómo las barras porteñas se las ingeniaron para entregar sus cócteles puerta a puerta. Las mejores opciones en detalle.
Un cóctel es un más que una bebida, encierra placer, distensión, por qué no alegría, por eso en estas épocas de aislamiento se vuelven más necesarios que nunca. Sin embargo, los bares están cerrados al público, pero “si la montaña no va a Mahoma, Mahoma va a la montaña”, por eso hoy gran parte de las barras porteñas se las ingenian para llegar a la casa de sus clientes.
Aquí un listado exhaustivo de las diferentes propuestas para recibir cócteles hechos y derechos puerta a puerta.
Delivery de cócteles
Presidente Bar
Hay bares a los que solo se va por un buen cóctel, los habitués de Presidente saben que aquí encuentran mucho más: buena vibra, ambiente que se pone festivo -para beber parado- después de determinada hora y una buen propuesta de cocina que acompaña.
Las primeras semanas de cuarentena hicieron vivos con los DJs que suelen animar las noches del bar para llevar algo de esa música a los hogares. Ahora ese ciclo terminó, pero los cócteles y la comida siguen en camino.
Para beber no faltan dos clásicos del bar el Gimlet de mandarina, una reversión de este cóctel clásico que lleva una extracción de la enzima aromática de la piel de la mandarina -parte de la fruta donde se encuentran los aceites esenciales de cualquier cítrico-. La lista se completa con otros dos infaltables: el famoso Patagonia Fix (vodka, jugo de lima, almíbar patagónico, berries y menta, $250) y Amore Milano (Johnnie Walker Red label, Campari, pomelo, limón, azúcar, bitter, menta y aceite de limón, 280).
Como corresponde a un bar catalogado entre los 50 mejores del mundo, en Presidente la atención al detalle es clave. Por eso, los cócteles llegan embotellados en elegantes botellas de vidrio, con sus correspondientes posavasos.
El listado de cócteles embotellados se completa con clásicos que ya trascendieron las firmas, como el Negroni, el Mai Tai o el Old Fashioned.
Vale destacar que la propuesta de comidas es amplia también, ofrecen tablas de quesos, pastas, risotto, milanesa con tortilla de papas, ojo de bife y su plato insignia: el sushi.
Pedidos
54911-40246376 o con el link en la bio de IG.
BrukBar
Este bar, favorito de muchos bartenders cuando terminan el servicio y quieren relajarse, también ofrece un servicio de delivery que viene con un plus muy destacable: los hielos.
Se sabe que este es no un ingrediente más del cóctel, ya que juega un papel clave en el resultado final.
Es el único bar de Argentina que cuenta con dos fabricadoras de hielo Hoshizaki, algo así como una Ferrari de los hielos. Cada cóctel llega en botellita algunos con un vaso especial (para que salgan tal como en el bar) y el hielo.
La pregunta es cuánto aguanta sin derretirse. “Estas máquinas tienen un sistema de compresión que hacen que el hielo tarde mucho más tiempo en derretirse. Luego se envuelve de papel de aluminio, se les da un golpe de freezer y se los envuelve en euna bolsa, así duran media hora segura”, explica Adriano Marcellino, reconocido bartender y uno de los dueños del bar.
Además, preparan cada cóctel (alrededor de $200) en el momento y el envío es puerta a puerta, es decir que la moto hace un viaje directo.
Para acompañar, ofrecen suculentas burgers con guarnición a $290.
Pedidos:
Por Whatsapp al +5491132111652
Tres monos
Tres Monos, uno de los bares más celebrados de 2019 y seguro de todos los años venideros, fue pionero en salir con servicio de delivery de cócteles, debutaron antes que la cuarentena incluso: el martes 17 de marzo.
Arrancaron con una propuesta acotada de cócteles que conjugaban dos atributos: durabilidad y popularidad; es decir, podían durar hasta 5 meses tapados en heladera y eran los más pedidos del bar.
Hoy la carta es super amplia; se encuentran clásicos, como el Negroni, el Mito, el Old Fashioned o el daiquiri clásico y otros de la casa, entre ellos: Milkicilin, una reversión del Penicilin, que lleva whisky, jengibre, miel, especias, limón clarificado y humo; o el No te Hinojes, con gin, lima, menta y espumante.
Todos vienen en botellas retornables de vidrio de 125 ml. Al juntar diez botellas, el bar las pasa a retirar por el domicilio y deja otra de regalo, así se cuida el medioambiente y los costos.
Lo más novedoso es que todas las semanas suman un cóctel del mundo, es decir le piden a un bar amigo de alrededor del globo que comparta la receta de uno de los cócteles de su carta, lo replican y lo venden. Así ya salieron con creaciones de Dante (Nueva York), Candelaria (París), etc.
“Al haber sido los primeros en salir ganamos muchos clientes y eso nos exige a más, así surgió la idea de cócteles del mundo, son de bares amigos que están haciendo lo mismo que nosotros. Eso también nos suma porque nos permite ofrecer algo diferente y los clientes no se aburran”, cuenta el reconocido bartender Seba Atienza, uno de los dueños del bar.
Como plus dictan clases de coctelería por Zoom, la grilla se puede conocer en @tresmonoestudio
Pedidos:
1138842549
La Calle
Este bar oculto detrás de uma pizzería, quiso salir con una propuesta diferencial, por eso buscaron aportarle un “bonus track” al hecho de pedir un cóctel para disfrutar en casa.
En primer lugar, vienen con hielo, un dato clave, ya que funciona como un ingrediente tan fundamental como todo el resto de los que integran un cóctel. Un mal hielo puede arruinar el mejor cóctel, ni hablar del plus estético que aporta una pieza tallada.
Además de cada bebida, llega con un tarjetón que trae un código QR para escanear la lista de Spotify que suena en el bar y que, al mismo tiempo, concuerda con el espíritu de ese cóctel. Abbey Road, por ejemplo, viene con un soundtrack de rock inglés. También otro código muestra cómo se elaboró, una especie del back de lo que llega a la casa.
“Elegimos tres cócteles de autor y tres clásicos: Negroni, Cynar y Spritz, que son los que más salen”, cuenta Adrián Gonzalez, bartender y gerente de La Calle. Cada botella rinde para dos cócteles bien generosos.
“Queríamos llevar la experiencia de delivery a otro nivel porque analizamos el mercado y no queríamos ser otro más con una bolsita, la botella y chau”, agrega Gonzalez. Tal es así que el cóctel La Calle -la insignia del bar- le tiran un splash de humo líquido para que cuando el cliente abra la caja, el aroma lo teletransporte al bar.
Pedidos:
2881-3166
Casa Cavia, el bar
El bar de Casa Cavia tiene una de las barras -sino lo más- elegantes de la Ciudad, pero más allá de lo estético, de allí salen algunas de las creaciones más vanguardistas de la coctelería argentina. Todo obra de los bartenders y alquimistas Flavia Arroyo y Lucas López Davalos.
Hoy hacen delivery de cócteles envasados al vacío, solo hay que cortar la bolsita, agregarle una roca de hielo -o nada, todo depende del gusto del consumidor- y voilá: a bebe se ha dicho.
Otro de los puntos altos de la carta de este bar es su gran cantidad de cócteles de autor, pero el formato delivery exigió achicarse, aún así la variedad es interesante. “Cuando tuvimos que armar el menú para el formato delivery/ take away elegimos a los cocteles clásicos de la casa, esos por los que los clientes preguntan. Pero como nuestra menú es estacional debíamos tener eso en cuenta”, señala Flavia Arroyo, jefa de barra.
Cada cóctel ($450) trae dos bolsas envasadas al vacío, pero la cantidad es generosa, rinde un poco más que para dos. Se pueden beber en el momento, conservar en heladera para el día siguiente o freezarlo y conservarlos varios meses.
Por el momento, ofrecen Negroni, Old Fashioned, Mito, Bloody Mary clarificado y Santaolalla (gin, yerba mate, sauco, ruda, mandarina y manzanilla; a tener cuidado porque el alcohol está tan bien integrado que se bebe con mucha facilidad).
Pedidos
WhatsApp +54 1136407805 o por link en bio de IG.
La familia Giovannoni
Tato Giovanonni no tiene un bar, tiene tres, uno de ellos, Florería Atlántico, calificado como el mejor de la Argentina según el ranking “World’s 50 Best Bars”.
Con esa chapa encima, Florería se asoció a varios restaurantes (Narda Comedor, Asato Sushi, Farinelli, etc.) donde ofrecen sus cócteles enlatados.
Cada lata contiene 350ml, es decir el equivalente a dos cócteles, hay propuestas como el Negroni Ballestrini, el Clérico Atlántico o Gente del Este (Apostoles Gin Rosa Mosqueta, Blend de sidras pulku, Pera, Manzana, Frambuesa, Sauco. Nectar de sauco vinagre de frutos rojos).
Otra vez más, Tato fue un adelantado, ya que, junto a su socio Adrián Glickman ,habían comprado la máquina de enlatar antes de que suceda la pandemia.
“La trajimos de Mar del Plata, de una fábrica que se dedicaba a hacer latas de conserva. Ya teníamos la máquina, las latas y todo, pero por una cosa o por otra no salíamos con esta propuesta”, cuenta Glickman.
La lata es una de las mejores soluciones, ya que, a diferencia del plástico no transfiere sabores ni aromas; mientras que las de vidrio, cuando tienen tapa corona, pueden perder algo de gas. Estas latas -que fueron concebidas para bebidas alcohólicas, como el vino y la cerveza- cuentan con una capa especial que no traslada el sabor metálico.
En Fortificados Balestrini, la apertura que tuvo lugar este verano, venden cócteles embotellados. Por ahora, tienen tres tipos de aperitivos y una carta bastante amplia de comidas.
Mito Mercato
Mito y Tres Monos fueron los dos primeros bares de la ciudad en salir con delivery; cuando beber un cóctel hecho por profesionales era como encontrar agua en el desierto, ellos estaban en marcha.
Al comienzo, solo vendían growlers, “era lo que teníamos en el momento y en ese entonces no se sabía cuánto iba a durar la cuarenetena, no valía la pena comprar 100 botellas si duraba solo 14 días”, explica Maxi Salomón, bartender y uno de los socios del bar.
Los growlers son de medio litro, pero se puede elegir entre cuatro cócteles (Negroni, Boulevardier, Penicillin y Manhattan) que se bancan hasta meses en la heladera.
Ahora incorporaron la opción en botella de vidrio, que contiene 250 ml, es decir que alcanza para dos cócteles ($450 una botella o $740 dos).
Aparte de los clásicos se puede pedir tres opciones de autor: una Margarita reversionada con piña y palta; un Bloody Mary renovado con tequila, mezcal y tamarindo y un Old Fashioned que lleva agua de coco.
Todos los viernes hacen un pop up con un cocinero invitado; el foco es la cocina latina y se arma un combo de entrada, principal y bebida.
Para los que quieran combinar aprendizaje más disfrute, una buena idea son las experiencias: The Singleton o Montelobos.
La primera trae The Singleton 12, 15 y 18 con chocolates y frutos secos más un código para asistir a una degustación guiada vía Zoom. Y la segunda tres variedades de mezcal Montelobos: Pechuga, Espadín y Tobalá, viene acompañado con las sales y frutas de la marca y también el código de Zoom.
Además, venden insumos para coctelear en casa sin complicarse, como cordiales de diferentes sabores y almíbares.
Pedidos
+54 11 3978 5684